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Estos orgánulos son mucho más que los responsables de la recogida de los desechos celulares.
Brouillette, Monique
Antaño se pensaba que el lisosoma era un simple cubo de basura, el
destino final de los desperdicios de la célula, donde se procedía a su
eliminación. Pero cada vez son más los indicios que señalan a esta
vesícula repleta de enzimas como encargada de más cometidos que el
citado, y algunos especialistas comienzan a considerarlo un centro de
control del metabolismo celular. Los descubrimientos acaecidos en la
última década han elevado el lisosoma a la categoría de un centro
implicado en el control del crecimiento y de la supervivencia de la
célula, opina Roberto Zoncu, biólogo celular de la Universidad de
California en Berkeley. En un artículo de revisión publicado en el
número de septiembre de Journal of Cell Biology, el experto analiza cómo ha cambiado el concepto de este orgánulo.
Como aprenden los estudiantes...
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