20210622

Ética en la práctica médica y sanitaria I


El médico no debe tratar la enfermedad, sino al paciente que la sufre (Maimónides).

Juro por Apolo médico y por Asclepio y por Higia y por Panacea… Así empieza el juramento hipocrático, que fue escrito hace más de dos mil años. El Juramento de Hipócrates no es el primer código ético del que tenemos constancia. En Mesopotamia, bajo el reinado de Ur Nammu (2050 a. C.), se dictaron una serie de reglas médico-legales: El Código de Hammurabi fue el primer reglamento del acto médico, que abordaba la relación entre los médicos, los pacientes y la sociedad y regulaba los honorarios médicos y las sanciones previstas en caso de errores terapéuticos.

La reflexión ética sobre la práctica médica ha estado presente desde los orígenes de la profesión. Con la revolución científica se descuidó, en parte, la ética, aunque sin desaparecer del todo. Una muestra de ello es que, en 1919, en pleno auge científico, William Osler, padre de la medicina interna, definió su filosofía de la medicina como filotecnia y filantropía: un gran amor por el método práctico y por el ser humano.

La ética ha ido reapareciendo en directa proporción al aumento de las posibilidades de modificación de la vida humana, trasplantes de órganos, diagnósticos en el feto o prolongar artificialmente la vida. Las decisiones ante problemas éticos necesitan ser avaladas con argumentos que demuestren la verdad o bondad de las mismas. No importa si no hay respuestas definitivas, la razón humana tiende a plantearse preguntas sin resolución. Por este motivo, los filósofos Victoria Camps y Cristian Saborido, entre otros, abogan por recuperar el talante socrático de inquirir con mayor profundidad en los interrogantes. Que el tema sea complejo e, incluso, sin solución, no nos puede impedir hacernos las preguntas y tomar decisiones.

Las éticas filosóficas

La ciencia influye en todos los ámbitos y afecta a nuestras decisiones individuales y colectivas, pero la ciencia no le dice a la realidad cómo debe ser, solo la estudia y la describe. Por otro lado, en las sociedades actuales estamos llenos de desacuerdos: ¿se puede permitir el aborto, la eutanasia? ¿Qué hacer si el diagnóstico prenatal dictamina alguna enfermedad en el feto? ¿Se pueden preservar los embriones para la obtención de células madre para la cura de enfermedades? ¿Cuándo una célula es moralmente valiosa, depende de si está fecundada? ¿Y la investigación de nuevos medicamentos con pruebas en seres humanos? El progreso y la ciencia han planteado controversias y desacuerdos y la convivencia real se aleja con cada nuevo descubrimiento...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si es sobre microbiología, inmunología, hematología, bioquímica o sobre este sitio, ¡adelante!