20200819

Entre los laberintos de Eugenia

Ilustración de Malú Méndez Lavielle.

El rostro humano retrata muchos semblantes, su salud, su condición mental. Emociones como el disgusto, la tristeza y la felicidad se enmarcan en gestos faciales que subyacen en fenómenos biológicos invisibles a nuestros ojos. Eugenia experimenta sensaciones, crea pensamientos, actúa y se adapta. La piel que recubre su rostro es el órgano más extenso de su cuerpo, le hace sentir y advertir su entorno, le hace temblar con el frío del invierno, refresca su rostro con agua ante el calor del verano y lo acaricia rememorando un momento en el pasado que aún desea (Imagen). 

Su cuerpo se expresa a través de múltiples vías nerviosas desde y hacia su sistema nervioso central; así ella vive todo tipo de percepciones, desde las más placenteras hasta las más desagradables. Eugenia está en cuarentena a causa de la pandemia ocasionada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV2), que produce la llamada enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19). La manera en que este virus ha afectado su vida diaria tiene que ver con el hecho de que, para evadir el contagio, se ha confinado en su casa y este encierro ha generado desconocidas incertidumbres laborales, desempleo y falta de recursos para su mínimo bienestar, ocasionando alteraciones a su cotidianidad. Al verse al espejo, observa su humor y mide su temple ante la situación y se da cuenta, en su...




¿Cómo surgen los virus que infectan al humano? Origen y evolución del SARS-CoV-2

Figura 1. Niveles de interacción entre virus y hospedero. Algunos virus (flechas) alcanzan el nivel cuatro y otros son detenidos en diferentes niveles por barreras biológicas (barras rojas). Modificada de Woolhouse et al. (2012).


Alejandro Cisneros es Biólogo y Maestro en Ciencias Biológicas por parte de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Actualmente es estudiante del Doctorado en Ciencias Biomédicas en el grupo de Origen de la Vida dirigido por el Dr. Antonio Lazcano. Su trabajo se ha enfocado en usar a los virus de RNA como modelo para comprender los mecanismos de crecimiento y evolución de este tipo de genomas en etapas tempranas de la evolución de la vida.

Esta publicación fue revisada por el comité editorial de la ACMor.

Me gustaría empezar señalando que los virus son un fenómeno de la naturaleza íntimamente ligado a los seres vivos. Todos los seres vivos, desde el más pequeño hasta el más grande, son infectados por algún tipo de virus. Estas relaciones existen desde hace miles de millones de años, antes de que el ser humano existiera y en algunos casos, los virus podrían ser casi tan antiguos como la vida misma. Hay tantos virus en el mundo que se estima que, si todas las partículas virales se acomodaran en una cadena, esta se extendería por más de 200 millones de años luz en el espacio. Por eso, no debería sorprendernos que la humanidad sea frecuentemente azotada por infecciones virales. Los virus que empezaron a infectar al humano de manera más reciente son virus de RNA. Estos son virus cuya información hereditaria es almacenada en un tipo de molécula llamada ácido ribonucleico (o RNA por sus siglas en ingles), que es similar al DNA, molécula donde se almacena la información hereditaria en todos los seres vivos. Ejemplos de virus de RNA son el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), Ébola, Zika, Dengue, Chikunguya, los virus de la influenza y los coronavirus. Como se describe en otro artículo de esta columna (http://www.acmor.org/articulo/un-nuevo-coronavirus-que-es-eso-nos-tenemos-que-preocupar) la emergencia o surgimiento de estos virus como patógenos de humano se ha dado a través de un proceso natural conocido como zoonosis. Los virus de RNA están dotados con una extraordinaria capacidad de saltar de una especia a otra con gran facilidad debido a que tienen una alta tasa de mutación. Las mutaciones también son un proceso natural que le ocurren a todos los seres vivos y son consideradas como el combustible de la evolución. Por lo tanto, una alta tasa de mutación implica una rápida evolución (la evolución implica cambios en las especies que les permiten seguir existiendo). Por lo general, las infecciones virales suelen ser poco severas para el hospedero original pero muy severas para el nuevo hospedero. Sin embargo, gracias a la evolución, es posible que, con el paso del tiempo, la relación virus-hospedero pase del parasitismo (el virus se beneficia dañando al hospedero) al comensalismo (el virus se beneficia sin dañar al hospedero) e incluso al mutualismo (virus y hospedero se benefician mutuamente).

¿Qué provoca que un virus pase de animales a humanos?

Hay varios factores que influyen sobre la probabilidad de una zoonosis. Uno de ellos es la cercanía evolutiva entre el hospedero original y el nuevo hospedero. Por ejemplo, es más probable que el humano adquiera virus de chimpancé que un virus de abeja. Otro factor muy importante son las actividades humanas que propician la cercanía física entre las especies animales. La migración de especies silvestres que establecen un mayor contacto con el humano debido a la deforestación de los bosques tropicales, el mantenimiento de grandes poblaciones de...

Alejandro Miguel Cisneros Martínez

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